Cada cuadro es un espacio de infinitas inquietudes: la ciudad nos obliga a ver, la ciudad nos hace soñar, la ciudad nos invita a reflexionar. Cada cuadro permite sentir
el desasosiego de la vida urbana, esa ligera libertad para vivir la ciudad por fuera y el aprisionamiento que invade al dejar la calle para penetrar en los nichos de cemento. En fin cada cuadro es una sorpresa donde, con la misma intensidad, hasta los bodegones encuentran su propio estilo para hacerse sentir como parte de la vida urbana.
ANA MARIA CORDOBA BARAHONA
En un comienzo, la importancia del paisaje en mi obra estuvo motivada por la experimentación formal y cromática. Entre montañas y valles, entre brumas y cielos, aparecían techos y campanarios, fragmentados por tonos grisáceos y parduscos acentuados por notas de color. Era un paisaje transfigurado, que expresaba la multiplicidad visual de una realidad inquietante y misteriosa. Esto trato de decirlo en la pintura presentada para esta oportunidad.
Post por: ALVARO PANTOJA OCAÑA